sábado, 27 de diciembre de 2014

EL REY DE LOS IDIOTAS


Pedir el cielo y jugar con las estrellas,
abrir las manos y tocar toda riqueza...
esa era mi vida, cuando la corona aún era mía,
una vida engalanada por ocres miradas.

Poseía el poder suficiente para afrontar
el dolor o el amor sin mesura, tenía el poder
suficiente para desear, obtener, arrebatar 
o rechazar sin conciencia o memoria alguna.

Transforme y destruí como una niña
que aplasta al insecto en su camino, 
sin siquiera pensar si decidí o sólo 
me enfrentaba al destino ya escrito.

Pero el tiempo paso y no se detuvo,
ni mis lagrimas, ni mis lamentos, ni siquiera
aquel dolor tan inmenso lo contuvo...
la vejez llego sin avisar, la vejez llego...
y con burla me obligo a cosechar lo más duro.

Yo sabía lo que hacía, 
sabía que no debía confiar,
pero como toda una dama, 
preferí perder, pudiendo ganar.

Te recordaré a cada paso dado,
esperando que este sacrificio
sea el primer error concienzudo,
y que la corona perdida jamás vuelva
porque morir ya no será un lujo.

E.M.E.


ENVENENADA DE TI

Fatídico amante vive en mi alma, no es un hombre, es una maldición, tan adictivo y destructivo  como lo permite mi cor...