Fatídico amante vive en mi alma,
no es un hombre, es una maldición,
tan adictivo y destructivo
como lo permite mi corazón.
Intento con fuerza alejarme
pero siempre sedo a su compañía;
el amar hoy es mi gran tristeza
pues me invade de melancolía.
He creado un mundo de fantasía,
donde sus brazos son el calor del día;
pero hay momentos, los más,
que su ausencia me aniquila.
Ya no quiero llorar y no puedo confiar,
pues devoraste mis sueños más tiernos;
mis ilusiones se quedaron sin hogar,
pues te creí cada palabra hasta el final.
Me lastimaste en más de una ocasión,
me utilizaste para sanar tu mente y corazón;
fui herramienta de tu bienestar
pero tu interior ya no tenía salvación.
La coraza se ha fortificado,
ahora es impenetrable,
pero lamento, que tu veneno
se quedo dentro.
E.M.E.
E.M.E.