A CORAZÓN ABIERTO
Y justo cuando de espaldas me arroje hacia tus brazos,
suspiraste y entonaste las palabras que no deseaba escuchar,
que tus besos, caricias y abrazos, no eran señal de amor...
sino por el contrario, eran sólo la forja de una linda amistad.
Fue en vano el desvelo, el temblor de mis labios al hablar,
todo había sido sólo un intento por vivir un sueño fugaz,
ahora me lamento, no fue sano exponerme sin pensar,
quede vulnerable a tu existencia, quién jamás me amará.
E.M.E.
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