ASFIXIA
Me arrojé sin pensar a tu abismo, a tus brazos; tolerando con asco tus besos bruscos y el fuerte hedor a muerte y vicio que cargabas en la piel. No eras un hombre, sino una bestia, un ente sombrío que no pensaba, pero sentía de manera primitiva miedo y soledad.
Mire en tus ojos vacío y locura, terror y ternura; eras un frágil monstruo que necesitaba la luz que de mía alma se desprendía, me sabía tristemente tuya. Esperaba la primer tortura, aferrándome con fe a la cordura, pero la sensatez me abandono y mi suerte cambio, pues de elegir un camino accidentado, un abismo me mató.
Todas las noches duermo con ganas de llorar, rezando por no desfallecer ante la idea de verte diario no se por cuánto tiempo; te temo y amo con la misma intensidad, pero cuando más admiro tus virtudes, más rápido y fácil me devoran tus pecados. a tu lado sufro, lloro, temo y anhelo pronto de ti escapar, porque no quiero agonizar herida y alejada de la vida a la cordura enterrar.
Déjame y ámame de lejos, dame una nueva oportunidad, no destroces mi corazón, no devores mi alma no me dejes penar, ya no asfixies mi alegría, no sofoques mi libertad.
Déjame y ámame de lejos, dame una nueva oportunidad, no destroces mi corazón, no devores mi alma no me dejes penar, ya no asfixies mi alegría, no sofoques mi libertad.