miércoles, 18 de junio de 2014

EPÍLOGO DEL CORAZÓN


EPÍLOGO DEL CORAZÓN 

El sol acaricia su rostro, como lo hiciera el mejor amante,
sus ojos miran los míos para suplicar seamos uno sólo,
aquellos labios ardientes se posan en la mejilla que los rechaza,
pues es una ofensa ofrecer cariño a quien te desea pero no te ama.

¡Basta de juegos!...jamás lo entenderé, si no me amas, es mejor desaparecer;
olvida aquellos intentos que emprendí para retenerte, ahora veo claro...
ni tú ni yo valemos lo suficiente para experimentar el placido dolor del amor,
mejor aún detengamos esta lucha, que no derrama sangre pero destroza mi corazón.

Ingenuidad que mata, destroza  y ciega el alma del artista soñador,
que cree cambiar la penumbra por los anhelos que guarda en su corazón,
¡Detente ahora!...ya no contiendas o perderás la razón,
aferra tus fuerzas, ancla en tú fe; grita y llora si quieres
 pero no te arrodilles ni implores perdón, por sólo migajas de amor.

E.M.E.

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