IRONÍA
Suspiro al paso errante
de tú amor frío y traicionero,
del que hacías tanto alarde
presumido corazón ramero.
Fugitiva de tus labios,
día y noche me oculté,
como cobarde dí la vuelta,
de tú pasión ya me olvidé.
Corre y grita si tú quieres,
a tus brazos ya no iré,
pues bien librada he salido
de tus besos y tú hiel.
Con la victoria en la mano
ya de ti me alejé,
ahora de otros labios
me aprovecho sin desdén.
He burlado tus caricias,
y a tú alma yo engañé,
pues la burla que me hiciste
yo con venganza me curé.
¡Ya no sufras, ya no llores!,
olvida mi rostro y el placer,
que te di al conocerme
y te robé al fallecer.
E.M.E.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario