Dulce Albedrío
La
noche cedió fría, más no indiferente,
mi voz se alejo, ya no estaba presente;
el silenció triunfo fingiendo la muerte
de un deseo fugaz de seducir tu mente.
Locura sensata estar lejos de ti,
negando el amor , imprudente infeliz;
cicatrices profundas se apropian de mi,
jugando al destino, ¡vaya!...apuesta vil.
Más no hablaré de tristezas o derrota,
en sí elogiaré la conquista devota,
de un corazón ingenuo y laudable,
que no mira atrás, siempre adelante.
E.M.E.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario