PRISIONERA
Tus labios me mintieron en más de una ocasión,
que ingenua me creías, muy lejana a la razón;
tus ojos sin embargo me advertían sin descanso,
que no creyera en ti, que no me hundiera más en fango.
Lastimada día a día, preparaba la batalla,
una guerra ya perdida mucho antes de iniciada;
era presa absoluta de tus besos y caricias,
que quemaban ya alma si no la hacían antes trizas.
Quisiera retornar a mi infancia, la más divina,
ese era mi lugar, ahora no comprendo las heridas,
brotan de un "te quiero" y se perpetúan con un"te amo",
tambaleando mi sensatez, alejándote de algún reclamo.
Es momento de demostrar mi valor y resistencia,
evadir tus dulces besos, fingir que no los quiero,
salvaguardar este inseguro e ingenuo corazón,
convencerlo que todo él, esta forjado del mejor hierro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario