Cuando el tiempo se pausa, hay un respiro,
alabas tú suerte, por el éxito obtenido;
amas el castillo por fin construido,
ahora eres roca, ya no más un niño.
Endureces la mente, la vuelves de hielo,
la soledad ahora es tú fiel compañero,
ya no lloras, ya no sufres de amor o desdeño,
ahora te eres fiel, por fin eres tú dueño.
Saboreas la gloria de ser fuerte y libre,
ya no te ahogas, ni temes a herirte,
algo cambio ya no puedes rendirte,
ahora te temen ¿En quien te convertiste?...
E.M.E.
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